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Había una vez una ratita que todas las mañanas barría su casita y el portal. Y siempre que barría, cantaba: «Lan, larán, larita... barro mi casita...». Un día que estaba barriendo su casita, se encontró una moneda de oro…Y pensó... «Me compraré, me compraré... ¡muchas golosinas!» «No, no, no, que me llamarán golosa.» «Me compraré, me compraré... ¡una gorrita!» «No, no, no, que me tapará las orejitas.» «Entonces..., ¡me compraré un lacito!» “La ratita presumida” es una original adaptación del cuento tradicional que nace de un espectáculo de títeres que José Antonio López Parreño ‘Rodorín’ representa desde hace más de veinte años. En este montaje teatral los personajes se identifican con instrumentos musicales rústicos: la ratita es una campanilla de timbre agudo; el toro, un ruidoso cencerro; el gallo, unos alegres cascabeles..