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El modo en que nos relacionamos con nuestros hijos ejerce una profunda influencia sobre ellos, al igual que la forma en que se relacionaron nuestros padres con nosotros nos influyó notablemente. El presente libro explica conjuntamente desde los ámbitos de la Psicología y la Terapia Ocupacional cómo la familia y sus circunstancias influyen en el desarrollo del niño. Ofrece las claves para poder proporcionar a los hijos un pilar sólido sobre el que desarrollen todo su potencial. En este libro se analizan aspectos básicos del desarrollo evolutivo de los niños y se tratan asuntos concretos como la necesidad de tener en cuenta las circunstancias de cada familia, la creación de un buen vínculo con el bebé, el comportamiento de los padres cuando su hijo debe comenzar a dormir solo, cómo abordar el inicio del colegio o cómo hablar de la muerte a los niños. ¡Cuántos disgustos y enfados se ahorrarían si conociésemos los fundamentos del desarrollo de los niños! Evitaríamos en muchas ocasiones malinterpretar algunas conductas infantiles. Ser padre significa mucho más que traer hijos al mundo. Como gráficamente dijo el escritor Michael Levine, tener hijos no lo convierte a uno en padre, del mismo modo que tener un piano no lo vuelve pianista. Ser padre significa estar atento a las necesidades de los hijos y actuar en consecuencia, día tras día, de lunes a domingo, los 365 días del año, durante muchos años seguidos. Ser padre es sinónimo de responsabilidad. Como padres tenemos la obligación de velar por el bienestar de nuestros hijos y para ello es necesario conocer sus necesidades. A ser padres se aprende.