Las emociones forman parte de la vida de todos nosotros. Todas ellas, incluso las que menos nos gusta sentir, como la tristeza o el enfado, son necesarias en ocasiones. El cine, por ejemplo, nos traslada a un mundo de emociones a través de sus personajes. Los actores y actrices, a través de su cuerpo, su cara o el tono de su voz nos expresan cómo se sienten, e incluso, hace que nuestras propias emociones despierten. Los mimos y los actores de cine mudo son unos verdaderos maestros de las emociones. ¿Y si nos convertimos nosotros en actores y actrices “emocionantes”? El objetivo es, por equipos, grabar una película sobre una emoción. También prepararán la escenografía, el atrezzo y el sonido. Finalmente, grabarán su película y se estrenará en una sesión de cine muy especial.